Al bizcocho Castella también se le conoce como Kasutera y, aunque originalmente es de Portugal, fue llevado por misioneros a Japón en el siglo XVI, convirtiéndose en un postre típico del país asiático.
Destaca por su textura ligera y esponjosa y se hace con ingredientes fáciles de encontrar, de ahí que puedas prepararlo sin importar el lugar del mundo donde estés.
El bizcocho Kasutera suele servirse en rebanadas y puede comerse solo o en compañía de un café o un té. ¿Quieres aprender a hacerlo en casa? Aquí tienes la receta.
Ingredientes
Si deseas hacer un bizcocho Castella tradicional, los ingredientes que necesitas para 4 porciones son estos:
- 3 huevos
- 60 gramos de azúcar
- 60 gramos de harina de trigo
- 2 cucharadas de miel
- 4 cucharadas de leche entera (o agua)
Preparación del bizcocho Castella
La preparación del bizcocho japonés Castella es sencilla, pero tiene sus secretos. Para que te salga bien, sigue estos pasos:
- Para empezar, pon a precalentar el horno a 160º y forma con papel de hornear la parte interna de un molde rectangular.
- Separa la clara y la yema de los huevos. Esta última debes batirlas con la mitad del azúcar hasta que notes que están espumosas y pálida.
- En otro bol, bate las claras de los huevos a punto de nieve y ve agregando poco a poco el azúcar restante. Cando se formen picos suaves deja de batir.
- A continuación, agrega las yemas a las claras poco a poco y mezcla con suavidad con ayuda de una espátula.
- Es momento de incorporar la miel y batir. Asegúrate de hacerlo siempre en la misma dirección, puesto que esto es esencial para garantizar que el bizcocho Castella quede esponjoso.
- Agrega la harina tamizada en tres partes. Cada vez que añadas una porción debes incorporarla a la mezcla.
- Incorpora la leche o el agua y bate con una espátula.
- En el molde preparado, vierte la mezcla. Puedes golpear el molde con la mesa para que se deshagan las posibles burbujas que tenga la mezcla.
- Lleva al horno por espacio de 50 a 60 minutos. Comprueba que está listo introduciendo un palillo y ver si sale limpio.
- Sala el molde del horno y ponlo a enfriar sobre una rejilla.
- Ya está listo para que lo cortes en rebanadas y lo sirvas.