El brioche, ese pan delicado con un toque dulce, evoca sensaciones de tardes acogedoras y mesas compartidas. Con sus raíces en la tradición europea, ha trascendido fronteras y se ha convertido en un ícono de la repostería mundial.
Su característica textura esponjosa, que parece fundirse en el paladar, combinada con su inconfundible aroma y sabor a mantequilla, lo convierte en un verdadero placer culinario. Ya sea para una celebración especial o para esos momentos donde te querés dar un mimo, el brioche siempre es una elección acertada.
Acompañame a descubrir cómo llevar este manjar a tu mesa.
Ingredientes
Para la masa:
- 500 gramos de harina 0000
- 75 gramos de azúcar
- 10 gramos de sal
- 10 gramos de levadura instantánea
- 4 huevos
- 120 ml de leche tibia
- 200 gramos de manteca pomada
Para el acabado y decoración (opcional):
- 1 huevo batido (para pincelar)
- Azúcar en granos (opcional)
Preparación
- En un bol grande, combina la harina, el azúcar y la sal. Incorpora la levadura instantánea y revuelve bien.
- Añade los huevos batidos y la leche tibia. Mezcla hasta integrar todos los ingredientes.
- En una mesada enharinada, amasa la preparación unos 10-15 minutos, hasta conseguir una textura suave y elástica.
- Suma la manteca pomada y amasa hasta integrarla por completo, logrando que la masa quede lisa y brillante. Puede tomar entre 10 a 15 minutos.
- Traslada la masa a un recipiente con un poquito de aceite, tápala con un paño húmedo y dejá que leve 1-2 horas o hasta que duplique su tamaño.
- Luego de que haya levado, saca el aire con suavidad y divide en porciones. Podés moldear panes individuales, trenzas o lo que prefieras.
- Coloca las piezas en una asadera previamente engrasada o con papel manteca. Tapalas con un paño húmedo y dejá reposar otros 30-45 minutos.
- Prende el horno a 180°C.
- Pincelá los brioches con huevo batido. Si querés, espolvorea con azúcar en granos para un toque especial.
- Llevá al horno por 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y al golpear su base suene a hueco.
- Al retirarlos, trasladalos a una rejilla para que se enfríen.
Ya sea para compartir o simplemente para disfrutar en solitario, este brioche dulce y esponjoso te va a encantar. ¡Manos a la obra y buen provecho!